Hay que transformar la burocracia para que sea capital humano público efectivo: Araceli Saucedo

Uno de los problemas que enfrentan miles de trabajadores que integran la burocracia en el país, es la falta de perspectivas para su desarrollo Morelia, Mich.-En México es necesario transformar la burocracia y el concepto que de ésta se tiene, para que sea capital humano efectivo dentro de la institucionalidad, subrayó la diputada Araceli Saucedo Reyes, coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado. La legisladora por el Distrito de Pátzcuaro, consideró que uno de los problemas que enfrentan miles de trabajadores que integran la burocracia en el país, es la falta de perspectivas para su desarrollo, propiciando el desperdicio de sus capacidades y por ende una estructura pública que no funciona debidamente. “La perspectiva en torno al accionar de nuestra institucionalidad debe redimensionarse, pues la lógica del recorte o la supresión de recursos no soluciona el problema de fondo y por el contrario, genera una situación de mayor presión laboral para quienes permanecen en la estructura pública, pues deben resolverse con menos manos un funcionamiento que de suyo no se transforma”. En ese sentido, la diputada Araceli Saucedo señaló que la apuesta debe ser por el desarrollo de las capacidades de los servidores públicos, mediante un despliegue efectivo de sus potencialidades, lo que no sólo generaría una mayor profesionalización sino una satisfacción particular que redundaría en mejor prestación de servicios y por ende en beneficio para la población. La líder de la bancada perredista apuntó que la cultura de la eficiencia y la productividad deben formar parte del quehacer público, partiendo de la perspectiva de que un trabajador que tiene la posibilidad de desarrollarse y desplegar sus capacidades, es más eficiente, productivo y comprometido con su labor. Reiteró que en la medida en que la funcionalidad gubernamental no apueste por el desarrollo de su capital humano, desterrando la concepción del servidor público como burócrata, será insuficiente toda medida que pretenda una efectividad aceptable en la tarea de gobierno.