Rindieron homenaje al profesor de béisbol y educación física, ultimado el martes pasado

 


Cristian Becker Jiménez Navarrete formó alejó a jóvenes y niños del sendero oscuro al acercarlos al deporte. 

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Uruapan, Mich.- Con un homenaje en el campo de base bol, Héroe de Nacozari de esta ciudad se le dijo adiós al  profesor deportivo Cristian Becker Jiménez Navarrete, quien en ese espacio deportivo protagonizó su última corrida de base.



Así se despidió del deporte que amó a tal grado que lo compartió entrenando a niños y a jóvenes, muchos de los cuales manifestaron su pena por haberlo perdido para siempre.



Integrantes de la Liga Municipal de Base bol, miembros del equipo Los Venados del ITSU, familiares, amigos, vecinos y la comunidad deportiva, honraron su memoria, lamentando su partida.



 

Profesor de Educación Física y amante del base bol Cristian Becker Jiménez Navarrete, no solo era un incansable promotor de la cultura del esfuerzo físico y la salud, sino era un ejemplo a seguir por su interés en encaminar por la senda del bien, a niños, jóvenes y adultos.



Pero más allá de sus aficiones deportivas y trayectoria laboral era un ser humano, cabeza de una familia y un influencer del mundo real, a través de su carrera deportiva y de servicio.



Sin embargo, la fatídica noche del pasado martes fue privado de la vida con violencia, en una acción tan inexplicable como inesperada, que enlutó los corazones de sus seres queridos, de sus alumnos, de la comunidad deportiva y de la sociedad en general.



La sorpresiva partida, Cristian Becker , el Pachón, como se le conocía en el mundo local del juego de pelota caliente, provocó enojo e impotencia entre quienes lo conocieron, pero sobre todo generó ese dolor que lacera cada vez que hay una muerte absurda.



El destino se ensañó con este  profesor que daba clases gratuitas de base bol en el campo Héroe de Nacozari, en la colonia brava, La Cedrera; que fue jardinero izquierdo de Los Gigantes y que consolidó una gran trayectoria entrenando equipos en diversas intuiciones educativas.

Jiménez Navarrete alejó a niños y jóvenes del sendero oscuro y les inculcó el amor por el deporte, la disciplina y los valores, que prevalecían en esta ciudad que ahora ha perdido la inocencia y que se ha vuelto bárbara e inhumana.


Sin embargo, su partida dolorosa dejará a cambio, el recuerdo de quien fue un gran ciudadano, un buen hijo, un esposo responsable y un padre ejemplar; un ser humano que de tan valioso se ganó el derecho de cubrir el jardín izquierdo de la gloria.











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