El periodismo se atavió de luto. Se cerró la edición del periodista, don Ángel Sánchez Martínez.

Premio estatal de Periodismo, corresponsal de Excelsior, jefe de Información de La Opinión de Michoacán; pero sobre todo, maestro de periodistas.

Uruapan, Michoacán.- El sonido de las teclas enmudeció; en la libreta quedó llena la última hoja y los "influencers" y "creadores de contenido" no sabrán qué significan términos como cabecear, balazo, refritear o princesa. 

El periodismo está de luto: Se cerró la edición del periodista a quienes varias generaciones de reporteros conocieron como don Ángel. 

De izquierda a derecha, el fotoperiodista,Manuel Jiménez Tapia y los finados Roberto Murillo Rocha, don Ángel Sánchez, Ambrocio Isaguirre Valencia y Manuelito Mendoza Ruíz.

La primera plana se llenó con la noticia de que partió de este mundo don Ángel Sánchez Martínez, quien entre otras cosas fue  Premio estatal de Periodismo, corresponsal de Excelsior, del semanario Guía de Zamora;  jefe de Información de La Opinión de Michoacán y maestro de periodistas.

De voz grave, pero suave, afecto al café y a los cigarros, don Ángel bien podría describirse como el caballero del periodismo. Siempre respetuoso, pero inquisitivo, con una objetividad crítica a toda prueba, sabía extraer la nota en donde los demás ni siquiera la olfateaban.

Su capacidad de sintetizar y anotar en su libreta, los datos duros, sólo era comparable a la paciencia con la que entrenaba a los novatos; quienes generalmente aprendían el oficio periodístico, prácticamente sin darse cuenta.

Forjado en la calle a puro instinto, no dejaba la reporteada a pesar de que como jefe de Información tenía bajo su mando a los que recolectaban la información general. Al realizar correcciones volvía menos miserable la infame nota roja.

Don Ángel fue una institución en el apostolado de informar. Bajo sus alas se forjaron generaciones de periodistas de a pie, aguerridos y combativos; hechos a su imagen y semejanza.

 Su trayectoria fue reconocida en vida, por sus múltiples alumnos, aquellos que forjó durante las últimas dos décadas del siglo pasado.

Ahora don Ángel se ha trasladado a otra área de la Redacción, una en donde con letras de oro se escribirá su nombre y su historia; pero lamentablemente ha dejado huérfanos a todos aquellos a los que un día les dio una lista de fuentes y les dio órdenes de trabajo. 

Si bien es cierto que al igual que los medios impresos, Ángel Sánchez Martínez ha partido de este mundo (plagado de analfabetismo funcional) , mientras sus pupilos salgan a las calles, para buscar la nota, él seguirá siendo noticia.