Con seis años de retraso, pero comenzaron a reparar la Casa de la Cultura.
Sin embargo, no se observa permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Este medio informativo, desde el 2017, ha venido denunciando que el inmueble histórico se desmorona.
Uruapan, Mich.-Con seis años de retraso, pero el Gobierno Municipal por fin comenzó a realizar reparaciones en la Casa de la Cultura, inmueble histórico cuya ala poniente se ha ido desmoronando desde el 2017, como lo ha venido señalando esta reportera.
Sin embargo la obra no muestra la licencia para realizar trabajos de construcción en este inmueble del centro histórico, ni mucho menos un permiso de parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El evidente desinterés de las diversas administraciones que han gobernado al municipio, la falta de mantenimiento; la ignorancia de los responsables de la política cultural del gobierno local ( algunos de los cuales o no son de esta demarcación o solo se dedicaron a hacer negocios con la venta de libros viejos) y hasta el pasado sismo del 19 de septiembre, se han confabulado en contra de uno de los dos únicos complejos históricos que aún sobreviven en el primer cuadro.
De hecho la Secretaría de Cultura , en lugar de cuidar el inmueble lo ha dañado más como se observa desde la entrada del mismo, en donde se aprecian daños en la antigua y hermosa puerta de este sitio.
Como se ha venido documentando, desde abril del 2017 comenzaron a notarse más los daños en el muro poniente de la Casa de la cultura y la tardanza del INAH para autorizar las reparaciones.
En ese año, desde abril inició a desprenderse el aplanado lateral del inmueble, varios ladrillos y comenzaron a crecer las grietas.
Esto puso en peligro a los peatones y cuatro meses después el mencionado instituto aún no respondía.
Luego vinieron las lluvias y el daño se agravó, tornando más difícil lo que pudo haber sido una reparación sencilla.
Al INAH se le entregó un dictamen que realizó la Secretaría de Obras Públicas del Municipio, mediante el cual se informaba que en abril, se notaba un agrietamiento y desprendimiento de la mampostería en el muro poniente de las plantas alta y baja de la Casa de la Cultura, el cual corresponde al museo municipal y a la sala de piano, respectivamente.
En Junio también del 2017 un fragmento del citado muro se desprendió, sin que se registrasen daños personales.
Al parecer existe humedad en esa parte del edificio, que no ha sufrido intervenciones recientes, pero además todo el inmueble presenta goteras en la parte que fue restaurada, entre el 2010 y el 2012.
Todavía en el 2019, la administración municipal pasada, alcanzó a reparar el muro, pero desde ese momento y hasta la fecha, el nulo mantenimiento se evidencia a simple vista.
Este edifico está considerado como monumento histórico y aunque fue levantado en el siglo XVIII, es parte del conjunto conventual franciscano, que se localiza en el primer cuadro de la ciudad y que data del siglo XVI.
Pero como la Dirección de Cultura de Uruapan está en manos de una persona que no es de este municipio, sino de Paracho, posiblemente ignora toda su historia.
Este conglomerado arquitectónico ha sido objeto de diversas intervenciones, tanto bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como sin su permiso, como es el caso de las modificaciones que en lo oscurito, ha venido realizando en el templo de San Francisco de Asís, el párroco Silvestre Aguilar, a lo largo de los años.
Como se ha venido informando la primera etapa de restauración de la Casa de la Cultura, inicio el 16 de junio del 2010 y las etapas posteriores culminaron el 12 de mayo del 2012.
Cuatro años después, en el 2016 ya presentaba goteras, que se convirtieron en chorros en la zona restaurada lo cual también se hizo del conocimiento del INAH, pero la institución tardó casi un año en autorizar las obras.
En la actualidad, a simple vista se aprecian daños graves por dentro y por fuera del muro poniente y hasta el barandal de un pasillo que da hacia ese punto se desprendió
Lamentablemente ya en enero del año pasado, el 2022, no se sabía si el daño se reportó al INAH o si ya se tramitaba el permiso para intervenir el inmueble y repararlo, antes de que la afectación creciera aún más.
Cabe recordar que a finales del siglo pasado, en este inmueble funcionaba la Presidencia Municipal, hasta que el 22 de junio de 1992 el Cabildo aprobó mudar la sede edilicia a las antiguas instalaciones de Petróleos Mexicanos, que es donde actualmente se localiza.
La inauguración de la actual Casa de la Cultura, se llevó a cabo el 21 de octubre de ese año, siendo presidente municipal, el finado Agustín Martínez Maldonado y gobernador Ausencio Chávez Hernández, quienes cortaron el listón inaugural.
Antes de esa fecha, en donde ahora está la biblioteca pública municipal, Justo Sierra, había un pequeño museo, la colección de libros, Guillermo Calvillo y un pequeño foro. Todo esto se conocía como la Dirección de Promociones Culturales.
Cabe mencinar por otra parte que las dos salas museográficas que se montaron recientemente, durante las administraciones perredistas y que se sitúan en la parte dañada, fueron clausuradas por una secretaria de Cultura de la presente administración que se dedicaba a viajar con sus amigos escritores y a hacer negocios con libros de remate.
Dichas salas no fueron trasladadas , sino que simplemente se mantienen cerradas, sin que sepa cuál es el estado de las joyas históricas y arqueológicas que ahí se tenían y que muchos museos de carácter nacional envidiarían.
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